Cómo hablar sucio: manual del experto
Hablar sucio es una forma emocionante de mejorar la conexión sexual con tu pareja. Pero si no se hace bien, puede enfriar rápidamente el ambiente (por no hablar de otras cosas).
La buena noticia es que el lenguaje erótico es una habilidad que se puede dominar. Con un poco de práctica, te convertirás en un experto en emplear palabras sensuales para enloquecer a tu pareja, a la vez que emanas un tono sensual que irradia energía bruta, calor abrasador y un atractivo innegable.
¿Por qué hablamos sucio?
Hablar sucio no consiste sólo en soltar un monólogo que haría sonrojar a un marinero; se necesita de la imaginación para crear tensión sexual. Las palabras adecuadas pueden resultar muy excitantes para cualquiera, tanto si se trata de los preliminares antes de una cita como de la prosa apasionada en el calor intenso del momento.
A continuación te explicamos por qué aprender a hablar sucio puede marcar la diferencia:
- Mejora la intimidad: compartir tus deseos más profundos fomenta la confianza y te acerca a tu pareja.
- Renueva las cosas: el lenguaje obsceno añade emoción a las relaciones duraderas, evitando que el dormitorio se convierta en un aburrimiento.
- Aumenta la excitación: como juego previo, el lenguaje obsceno te prepara mental y físicamente, lo que conduce a orgasmos más intensos.
Cómo hablar sucio con naturalidad
Ya sea en un juego de rol o simplemente añadiendo comentarios coloridos a tu vida sexual, hablar sucio es una especie de puesta en escena. No te castigues si tienes pánico escénico. Incluso a un maestro del anilingus se le puede trabar la lengua intentando emular las frases de su estrella porno favorita.
¿Quieres usar palabras sucias sin caer en clichés? Te enseñamos cómo hacerlo a tu manera:
Encuentra tu estilo
Puedes inspirarte en el porno o en el cine, pero debes darle tu propio estilo. Piensa en lo que te excita y crea una lista de palabras, escenarios o fantasías que te calienten. Añade un toque personal, incluyendo gemidos, gruñidos y el infaltable "¡Sí! SÍ!" para que tu conversación sexual tenga verdadera resonancia.
Sé específico
Describe lo que quieres hacerle a tu pareja y en qué parte de su cuerpo. Dibuja un cuadro verbal que despierte su imaginación. Por ejemplo, susúrrale que quieres besarle suavemente el cuello o ruge diciéndole que quieres follarle con fuerza. Haz que sea detallado, explícito y tentador.
Ponte travieso
¿Besas a tu papi con esa boca? Sí, señor.
Habla de las fantasías sexuales que más te excitan. Provoca a tu chico con pensamientos traviesos e incluso habla de castigos juguetones. ¿Quién sabe? Quizá descubran que tienen un fetiche en común que hará su vida sexual más picante. Los azotes consensuados y el bondage suave pueden añadir un toque de intensidad a la charla sexual.
Diviértete
Las conversaciones sucias no tienen por qué ser serias. Al contrario, la risa y el juego pueden ser igual de íntimos. Así que relájate, disfruta del momento y deja que las palabras fluyan con naturalidad.
Ejemplos de palabras sucias en el sexo
Aquí tienes algunos ejemplos de frases y oraciones para principiantes que te pueden dar ideas:
- "Me encanta sentir tus huevos contra mi culo".
- "Quiero recorrer todo tu cuerpo con mis manos hasta que me supliques que vuelva a follarte".
- "Te has portado mal. A los chicos malos hay que azotarlos".
- "Quiero lamer hasta el último centímetro de tu cuerpo."
- "¿Te importa si te acaricio el pene mientras te beso?"
Qué no hacer al hablar sucio
Hay algunos errores de novato que debes evitar para que tu charla sexy no acabe con el ambiente:
No utilices frases cursis o gastadas
Sé original. Las frases porno prefabricadas como "¿Quién es tu papi?" tienen más probabilidades de provocar risa que excitación. Lo mismo ocurre con los guiones de películas. Imagínate dos tipos que se están poniendo calientes y de repente uno de ellos suelta: "Brokeback nos dejó marcados, ¿verdad?” No es exactamente un afrodisíaco.
No seas degradante (sin consentimiento previo)
Los insultos y las humillaciones sólo deben hacerse si sabes que a tu pareja le gustan. Es mejor optar por lo seguro hasta que se establezcan los límites.
Por ejemplo, puedes llamar a tu pareja "sucio" pensando que es sexy en el calor del momento. Pero si a tu pareja no le gusta ese tipo de conversación, podrías arruinar el ambiente. Comunica siempre abiertamente qué palabras y frases están prohibidas.
No uses frases vagas
La especificidad es lo que hace que el lenguaje obsceno sea eficaz. No te limites a decir "te deseo". Di exactamente cómo y dónde. Las instrucciones claras pueden aumentar la excitación.
No seas clínico
Utilizar términos anatómicos para referirse a partes del cuerpo puede funcionar con algunas personas, pero el lenguaje frío y clínico suele restar pasión al momento.
Imagina que dices: "quiero estimular tus glándulas mamarias con mi cavidad oral". Es exacto, pero poco sexy. En lugar de eso, prueba con algo como: "quiero lamerte los pezones hasta que te mojes de semen".
No te quedes callado
Mantener la conversación en el dormitorio es una tarea tan ardua como hacerlo durante una cita, así que sigue hablando sucio antes, durante y después del sexo. Expresar tu placer en voz alta guía la acción, creando una experiencia más satisfactoria para todos.
Cómo sentirse cómodo hablando sucio
Hablar sucio puede parecer intimidante la primera vez que lo intentas, pero estamos aquí para ayudarte. Aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a superar la incomodidad:
Practica a solas
Mientras te masturbas, intenta decir tus pensamientos traviesos en voz alta. Si practicas a solas, susurrando lo que te gustaría hacerle a tu pareja, con el tiempo ganarás confianza para compartir esos pensamientos en voz alta, lo que aumentará la intensidad en la relación.
Utiliza antifaces o vendas
El dormitorio debería ser siempre una zona libre de juzgamientos, pero eso no significa que seas inmune a la vergüenza. Ocultar el rostro de tu pareja tras una máscara puede ayudar a aliviar la timidez. O añade un aire de misterio erótico vendándote los ojos y diciéndole exactamente lo que quieres que te haga.
Inténtalo primero por mensajes
Empieza seducir a través de mensajes de texto para ganar confianza. El sexting te permite tomarte tu tiempo para descubrir tu estilo preferido de conversación sexual sin la presión de hacerlo en directo.
La próxima vez que tengas una cita en el horizonte o pases un fin de semana lejos de tu pareja, intenta crear expectación con algunos mensajes de texto excitantes (y tal vez un par de emojis). Para cuando se encuentren, la tensión sexual será abrumadora.
Establezcan una señal
Ten una palabra de seguridad o una señal para que tu pareja sepa si dice algo que te incomoda. Saber que puedes parar en cualquier momento -sin necesidad de que te hagan preguntas- hace que probar cosas nuevas te dé menos miedo. Esta confianza te permitirá superar los límites y descubrir juntos placeres desconocidos.
Usa el alcohol con precaución
Una botella de vino compartida puede lubricar la conversación para que estén preparados para compartir sus deseos más profundos. Hazte un favor y para antes de que la cosa se ponga fea. Una o dos copas pueden ayudar a desinhibirse, cinco o seis son una receta para el desastre.
Empieza de a poco
Hablar sucio no tiene por qué ser una producción elaborada. Empieza con frases sencillas como "Eres tan sexy". Puedes introducir gradualmente un lenguaje más explícito a medida que ganes confianza y descubras lo que te gusta.
Ríete de los errores
Los accidentes ocurren, sobre todo cuando se explora un territorio nuevo. Aceptar las imperfecciones hace que la experiencia sea más genuina y agradable.
Si te enredas con las palabras o dices algo que no tiene sentido, ríete. Un tropiezo puede dar lugar a una carcajada y a un acercamiento, en vez de enfriar el ambiente.
La práctica hace al maestro
Hablar sucio es un arte que requiere práctica, sobre todo si eres tímido por naturaleza. Pero aprender a decir cochinadas vale la pena.
- Sé juguetón: diviértete y descubre nuevas cosas que decir durante el sexo que exciten a tu pareja.
- Sé paciente: ten en cuenta estos consejos y no seas demasiado duro contigo mismo mientras aprendes.
- Explora tus fantasías: en poco tiempo dominarás el arte de la conversación sexual, creando una atmósfera ardiente siempre que lo desees.