Frótalo como se debe: ¿Cómo dar un masaje erótico?
¿Quieres crear el ambiente adecuado y elevar tus experiencias íntimas? No hay mejor opción que el arte del masaje erótico.
Puede que te estés preguntando: "¿Por qué debería molestarme con un masaje erótico? SÓLO QUIERO UN POLVO". Bueno, nunca hay que subestimar la importancia de los juegos preliminares para alcanzar un orgasmo de otro mundo. Pueden ser un tentador preludio del sexo o convertirse en el evento principal.
Nos adentraremos en el seductor mundo de las caricias sensuales, te daremos consejos, trucos y técnicas para que sepas cómo dar un masaje erótico que deje a tu pareja pidiendo más. Desde cómo elegir el ambiente adecuado hasta cómo aprender el arte de las caricias lentas y deliberadas.
Los no negociables: consentimiento y comunicación
¡No saques aún el aceite para masajes! Antes de que se te ocurra ponerte resbaladizo, debes saber que el consentimiento no sólo es sexy, sino que es ley. Olvídate del tímido "¿Te parece bien?" y conoce la zona de confort de tu pareja como conoces tu playlist favorita.
Incluso después de obtener su consentimiento, mantén la conversación abierta. Pregúntale sobre la presión adecuada y cualquier punto sensible. El objetivo aquí es que se excite y se muera de ganas, no dejarlo magullado y adolorido.
¿Te sientes un poco incómodo hablando de temas sexuales? No tiene por qué ser algo serio. Incorpora frases picantes para hacer tu masaje íntimo tan emocionante como relajante.
Creando una atmósfera sensual
Incluso antes de que las yemas de tus dedos rocen su piel por primera vez, el ambiente que crees debe hacer que tu pareja se sienta cómodo. Entonces, ¿cómo creas el ambiente perfecto?
Iluminación: el resplandor de la intimidad
Opta por luces tenues o una iluminación suave. Las velas añaden un toque romántico e impregnan la habitación de aromas relajantes.
Esencias: el aroma de la atracción
Hablando de aromas, el poder de la aromaterapia no debe subestimarse. Opta por esencias como lavanda o sándalo para estimular sus sentidos y elevar la experiencia del masaje íntimo.
Música: el ritmo del deseo
Selecciona una playlist con la que ambos se sientan a gusto. Ya sea jazz sensual o sonidos tranquilos de la naturaleza, las melodías adecuadas pueden transformar un masaje sexy en una sinfonía de sensaciones.
Sea lo que sea que pongas, intenta mantenerlo discreto. Lo siento, Bichotas, este no es el momento para el último éxito de Karol G.
Espacio: tu santuario sensual
Asegúrate de que el lugar elegido sea acogedor. Unas sábanas limpias, una habitación ordenada y una pizca de pétalos de rosa marcan la diferencia.
Al afinar estos elementos, no sólo estás preparando un espacio, sino también orquestando una atmósfera propicia para la relajación y la exploración sensual.
Preparándote para el evento principal
Antes de que tus manos se conviertan en las co-estrellas de esta experiencia sensual, hay algunas preparaciones en el backstage que debes considerar. El arte de un masaje erótico comienza contigo: el maestro del tacto.
Límpiate antes de ensuciarte
La limpieza es imprescindible cuando estás entrando en el espacio personal de tu pareja, así que practica una higiene impecable. Asegúrate de que tus manos estén limpias y tus uñas estén bien recortadas. Considera tomar una ducha rápida.
Sé un masajista consciente
Debes abordar el masaje con una sensación de conexión sagrada y placer intencionado. Tómate un momento para centrarte en ti mismo, concentrándote en dar sin expectativas inmediatas. Esto enriquecerá tu propia experiencia al dar el masaje sexual y te permitirá sintonizar con las señales no verbales de tu pareja.
5 técnicas de masaje erótico que lo volverán loco
Dominar el arte del masaje erótico es como contar una historia sexy; necesitas engancharlo con una introducción tentadora, dejar que la acción suba y entregar un final explosivo. La única diferencia aquí es que el clímax es el final feliz.
Aquí tienes algunas técnicas fundamentales para elevar tu toque:
1. Comienza con caricias amplias
Tu toque inicial debe ser intencional, preparando el escenario para lo que está por venir. Como un lienzo esperando tu arte. Las caricias largas y envolventes en amplias zonas del cuerpo encienden la excitación y despiertan los músculos de tu pareja. Utiliza manos planas y dedos relajados para trazar las curvas naturales de su cuerpo.
2. Acarícialo con la punta de los dedos
Tus dedos poseen magia propia. Roza ligeramente el contorno de tu pareja, sobre todo el cuello, los hombros y otros puntos sensibles. No temas rozar las zonas de su traje de baño. Tus delicadas caricias le pondrán la piel de gallina y aumentarán la intensidad del siguiente paso.
3. Será mejor que trabajes (sus músculos)
Para las zonas más carnosas, como la espalda y los muslos, lo mejor es amasar. Utiliza los pulgares y las palmas de las manos para presionar y rodar, aliviando la tensión y estimulando el flujo sanguíneo, un elemento esencial para la excitación.
4. Mantenlo bien aceitado
Los aceites, lociones u otros lubricantes garantizarán un deslizamiento más suave. Considera la posibilidad de utilizar velas de masaje que se funden en aceite caliente, añadiendo un toque ritual a tu masaje sensual. Eso sí, asegúrate de que lo que utilices no irrite sus zonas sensibles ni comprometa la integridad del preservativo (por si quieres que su final sea aún más feliz).
5. Céntrate en zonas erógenas subestimadas
No lo tomes por el pene apenas comienzas. Dirígete a zonas erógenas que a menudo se pasan por alto, como la parte interna de los muslos, las nalgas y los pezones. Un poco de atención aquí puede catapultar tu masaje íntimo al reino de lo inolvidable.
Hazlo sentir: zonas erógenas para explorar
Las zonas erógenas son las joyas ocultas en el mapa del placer humano, son zonas del cuerpo con mayor sensibilidad, repletas de terminaciones nerviosas que desencadenan la excitación sexual. Pueden hacer que a tu pareja le tiemblen las rodillas y que tu masaje erótico pase de "qué bien" a "Dios mío, ¡no pares!".
Si bien los genitales son el foco principal, hay otros puntos de placer que también merecen tu atención:
- Cuero cabelludo: Con el estímulo adecuado, el cuero cabelludo es una fábrica de cosquillas. Un toque suave o un ligero masaje en el cuero cabelludo pueden provocar escalofríos en tu pareja. Pásale los dedos por el pelo o céntrate en la nuca.
- Orejas: Las orejas, y en particular los lóbulos, son zonas sensoriales. Susurrar cosas dulces al oído de tu pareja también puede estimular su órgano más sensible: el cerebro. Así que inclínate hacia él y hazle saber lo mucho que te gusta tocar su cuerpo.
- Labios: No hace falta ser un aficionado a las mamadas para saber que la boca es una zona erógena primordial. Un simple roce o un beso prolongado pueden despertar el deseo. Recorre sus labios con la lengua o las yemas de los dedos para crear expectativa.
- Glande: La cabeza del pene es un epicentro de nervios. Esta zona es una visita obligada durante el masaje íntimo. Eso sí, no te excedas: tu objetivo es proporcionarle una experiencia relajante, no alimentar su fetiche de sobreestimulación.
- Ano: Ningún masaje erótico está completo sin un poco de juego anal. Frota las yemas de tus dedos alrededor de su orificio, aumentando gradualmente la presión. Si le gusta la penetración, puedes llevar este masaje a un nivel más profundo y estimular su próstata.
Say hello to my little friend: incorporando herramientas de masaje
Tus manos no son las únicas herramientas a tu disposición. Hay un montón de juguetes y ayudas que pueden añadir una nueva dimensión a tu masaje erótico.
- Aceites y lociones: El lubricante adecuado puede cambiar las reglas del juego. Opta por aceites o lociones de calidad que sean tan buenos para tu piel como para tus sentidos. Los aceites cálidos o refrescantes añaden un toque de sensaciones para los más aventureros.
- Vibradores: Los juguetes sexuales no son sólo para jugar en solitario. Estos versátiles artilugios pueden estimular desde el cuero cabelludo hasta el glande, ofreciendo una experiencia personalizable.
- Plumas y cosquillas: Para un tacto más suave, las plumas y los cosquilleos ofrecen una provocación erótica. Son perfectos para despertar sus puntos sensibles antes de pasar a la acción más intensa.
- Vendaje de ojos: Una venda en los ojos puede hacer que lo familiar parezca nuevo. Es una forma de sorprender e intensificar el sentido del tacto.
- Esposas y ataduras: La dominación no tiene por qué ser dura. Si te gusta el BDSM, las esposas acolchadas pueden añadir un estimulante elemento de control a tu masaje íntimo.
Cuidados y debate posteriores al masaje: la cereza del pastel
Tu trabajo no termina cuando acabas el masaje. Los orgasmos están muy bien, pero los cuidados posteriores son el verdadero final, que a menudo se pasan por alto pero que tienen una gran importancia. No se trata solo de una toalla caliente o de un abrazo después del sexo, sino de cuidados emocionales.
No te centres sólo en lo físico. Abre un diálogo. Pregúntale qué le ha gustado y qué le ha disgustado. Esto te ayudará a perfeccionar tus habilidades como masajista y a estrechar sus lazos afectivos.